“Esta recuperación de votos es histórica, y además hace muchos años que un oficialismo no conseguía una victoria en las legislativas. Lo que estamos haciendo entre todos es mucho más que obras: estamos poniendo las bases de la transformación cultural que la ciudad, la provincia y el país necesitan”, dijo un eufórico Molina frente a la militancia que se concentró en el bunker de Yrigoyen y Paso.

 Destacó que, a diferencia de las PASO «llegamos a San Francisco Solano, a Bernal, a Quilmes oeste, a Ezpeleta. Los vecinos nos ofrecieron un voto de confianza porque ven que este gobierno no promete y hace, a diferencia de los que prometían mucho y no hacían nada. Vinimos a cambiar el paradigma de la política y la gente lo ve, por eso comenzó a enterrar el pasado de corrupción y lo cambió por un futuro de esperanza”.

 “Debemos convocar a todos los quilmeños que estén dispuestos a dar la batalla de la transformación de nuestra ciudad de una vez y para siempre, no por votos, sino para transformar la vida de todos los vecinos. Hicimos una elección histórica que nos impulsa a seguir trabajando juntos para que en 2019 esta ciudad siga siendo gobernada por Cambiemos”, concluyó el intendente.

Por su parte, Guillermo Galetto, quien encabezó la lista de concejales agradeció el trabajo de los fiscales, los presidentes de mesa y todos los que colaboraron para que las elecciones se desarrollaran con normalidad. Y arengó: “Estos resultados obligan a trabajar con más énfasis y compromiso para continuar reparando los errores de años de desidia en nuestra ciudad”.

 En el local partidario estaban todos los candidatos, militantes, funcionarios municipales y vecinos. A nivel local, el oficialismo mantendrá el quórum propio en el Concejo Deliberante, con 13 ediles entre “puros” y aliados, la misma cantidad de hoy. Lo que sí se verá modificado es el bloque Cambiemos, ya que pasará de 5 a 10 concejales.