Los dos expolicías acusados por el crimen de subcomisario Jorge Omar Gutiérrez a bordo de una formación del Ferrocarril Roca fueron condenados a prisión perpetua.

El hermano del ex intendente de Quilmes, investigaba lo que ocurría en «depósitos de mercaderías vinculados al caso de la «Aduana paralela» fue asesinado de un balazo en la nuca en 1994 cuando iba en un tren que se dirigía a la capital de la provincia de Buenos Aires.

El excabo de la Policía Federal Argentina (PFA) Alejandro “Chiquito” Santillán fue considerado como el autor material del hecho y el exefectivo de la bonaerense Francisco Severo Mostajo (por mayoría), como partícipe necesario de «homicidio agravado por alevosía». Tras la lectura de veredicto quedaron detenidos ya que habían llegado al juicio en libertad.}

La lectura del veredicto se realizó en la sede del fuero Penal de La Plata. El tribunal (“ad hoc”) designado para este caso estuvo integrado por las camaristas Miriam Ermilli, Laura Lasaga y el camarista Juan Benavides. Los tres coincidieron que Santillán fue quien accionó el arma y mató a Gutiérrez. En cambio, respecto de Mostajo, la jueza Ermilli entendió que se debe aplicar el beneficio de la duda, pero su postura fue minoritaria ante los otros dos magistrados que lo consideraron partícipe primario.

Por este caso, Santillán ya había sido absuelto en un primer juicio que se desarrolló en 1996 y que luego fue anulado, mientras que Mostajo estuvo prófugo de la Justicia durante la mayor parte del proceso. Ese debate estuvo a cargo de la Cámara de Apelaciones de La Plata.