Marcelo Ampuero y Ezequiel Guzman fueron condenados por Tribunal Correccional Nº5 de Quilmes a tres años y dos años y 10 meses respectivamente por el delito de apremios ilegales y vejaciones contra el joven Pablo Fernández.
Los hechos ocurrieron el 17 de octubre de 2018 en la zona de la Villa Iapi en Bernal Oeste.
Ampuero y Guzmán se encontraban aquella mañana buscando a los autores de un robo de un automotor que había ocurrido la noche anterior en la zona de Bernal Centro. Al coincidir parcialmente la descripción de uno de los sospechosos con la que llevaba Fernández, los efectivos comenzaron a perseguirlo y en un descampado de la zona comenzaron a propinarle golpes en el rostro y el cuerpo con su Itaka y a patadas.
De manera fortuita, la violenta escena fue filmada por un vecino de la zona y las imágenes no tardaron en hacerse virales en las redes sociales. Ampuero y Guzmán fueron separados de la fuerza por el entonces ministro de Seguridad Cristian Ritondo, cuyo ministerio se hizo cargo de la defensa legal de los policías.
Durante el juicio que comenzó el pasado viernes se escucharon las declaraciones de la víctima y los condenados además de los alegatos de la defensa y la querella. Al culminar el juicio, Alicia Sena, tía de Fernández manifestó: “Se hizo justicia. Sentimos que se termina una pesadilla para nosotros y agradecemos a todos los que nos ayudaron en este tiempo”.
Los efectivos fueron inhabilitados a ejercer cualquier cargo público por el doble de tiempo de sus respectivas condenas de cumplimiento en suspenso y además, deberán acreditar la realización de cursos sobre Derechos Humanos, tal como le exige el propio fallo.