La historia de este barrio se remonta a mediados del siglo XIX, cuando en 1855 se funda como un pueblo independiente; que a través de los años ha experimentado profundos cambios que lo convirtieron en lo que hoy es uno de los barrios más buscados para las inversiones inmobiliarias. La combinación perfecta que ofrece Belgrano de ubicación, infraestructura y demanda constante, lo mantienen vigente como una gran alternativa tanto para vivir como para invertir.

De las quintas de veraneo a torres modernas
En sus orígenes, Belgrano era zona de quintas donde las familias aristocráticas de la ciudad pasaban el verano. Esas casonas señoriales del siglo XIX fueron dando lugar, desde la década de 1960, a una transformación edilicia sin precedentes. La primera torre residencial se construyó a principios de la década del 60, con 17 pisos de altura proyectados por el arquitecto Antonio Vermes. A partir de ahí, el perfil del barrio cambió drásticamente: terrenos grandes que ocupaban un cuarto de manzana se volvieron difíciles de mantener para una familia, pero muy atractivos para desarrollos en altura.
Actualmente, conviven casonas antiguas con edificios modernos, y esa mezcla le da un carácter distintivo. Por su parte, zonas como Belgrano C (el casco histórico), Belgrano R (residencial de clase alta con arquitectura inglesa) y el Bajo Belgrano ofrecen perfiles diferenciados dentro del mismo barrio. Esta variedad hace que buscar un departamento en venta en Belgrano permita encontrar opciones para distintos presupuestos y necesidades.
Infraestructura que sostiene el valor
La conectividad sigue siendo un factor determinante al momento de realizar cualquier inversión inmobiliaria. Belgrano cuenta con acceso directo por tren (línea Mitre), múltiples líneas de colectivos y cercanía a las autopistas Lugones y del Libertador. La avenida Cabildo funciona como uno de los principales ejes comerciales de la ciudad, con todo tipo de comercios, bancos, supermercados y servicios. Además, el barrio tiene centros educativos de larga trayectoria, instituciones culturales como el Museo Larreta y el Museo Sarmiento, y espacios verdes como las Barrancas de Belgrano.
Demanda sostenida en el tiempo
Belgrano es un barrio que se caracteriza por mantener una demanda estable, tanto de compra como de alquiler. Esto hace que sea una zona muy elegida por familias que buscan tranquilidad sin tener que alejarse del centro, por profesionales que valoran la cercanía con zonas corporativas del norte, y también por estudiantes universitarios que cuentan con la cercanía a varias facultades.
Esta diversidad de perfiles genera que los departamentos no dependan de un solo tipo de inquilino o comprador, lo que le da más solidez a la inversión. Incluso en momentos de menor actividad del mercado, Belgrano mantiene movimiento porque tiene tracción propia.
Inversión con respaldo histórico
Invertir en el barrio de Belgrano, es apostar por una zona que ha demostrado una gran capacidad de adaptación y crecimiento a través de los años y que se ha sostenido por décadas. Su paso de pueblo independiente a su constante transformación a distrito urbano consolidado reflejan una evolución constante. Los departamentos no son solo una compra de metros cuadrados, sino una apuesta por una zona que históricamente mantuvo su valor y atractivo.