La CGT realiza su cuarto paro general contra el Gobierno en reclamo, entre otras cosas, de un acuerdo para frenar los despidos.
La falta de transporte fue uno de los factores para que la medida de fuerza tenga contundencia.
En Quilmes, las calles están prácticamente desiertas.
No hubo actividad bancaria y las escuelas públicas se plegaron a la medida.
Sin embargo, los colegios privados abrieron sus puertas pero hubo un importante nivel de ausentismo.
En el centro de Quilmes, la mayoría de los locales comerciales del Paseo Rivadavia y las calles adyacentes cerraron sus persianas.
Los bares y restaurantes, casas de comida para llevar, almacenes y algunos supermercados atendieron normalmente aunque con menos personal.